Tras probar las Reebok One Cushion sobre asfalto y tierra y quedar totalmente satisfecha con ellas, llegó el momento de probarlas en el gimnasio. Me animé a ponérmelas para correr en la cinta y hacer un poco de elíptica antes de entrar con ellas a una clase de GAP (Glúteo, Abdomen y Pierna) y en los distintos sitios me sentí muy cómoda con ellas.
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En la cinta y en la elíptica las sensaciones fueron muy agradables y en ningún momento noté nada raro con ellas, y en la clase dirigida me encontré muy muy cómoda. Así que resumiendo: las sensaciones fueron excelentes. Por este motivo creo que son unas zapatillas idóneas para las personas que compaginamos distintas actividades, ya que no tenemos que cambiar de calzado, y lo más importante no tenemos que llevar dos pares de zapatillas en la bolsa ante la incertidumbre de qué haremos cuando salgamos de trabajar 🙂
Bien, pues después de valorar las zapatillas en una clase dirigida, en la sala y en la calle, he de decir que estoy muy contenta con ellas y que si alguien con pisada neutra está pensando en adquirir unas zapatillas para correr ésta es una opción a tener en cuenta por varios motivos:
1. No son excesivamente caras (100€, aunque en Forum Sport siendo socio son algo más baratas).
2. Son muy cómodas dado el ancho que tienen y por lo tanto son perfectas para personas con pies anchos.
3. No tienen costuras, por lo que se previenen las rozaduras.
4. Buena amortiguación.
5. Son ligeras: alrededor de 266 gramos.
Nuevamente, mi más sincera enhorabuena a Reebok.