¡Nuevo juego en casa! Al #pequeñoM le regalaron por su cumpleaños Speed Colors de Mercurio y la verdad es que nos está encantando (gracias chicos). Este juego de colorear es súper rápido, divertido y estupendo para trabajar la memoria.
¿Qué voy a encontrar en el post?
Preparación y desarrollo del juego
El objetivo de este juego es memorizar los colores del dibujo de su carta y luego reproducir el dibujo pintando la versión sin colorear del otro lado de la carta tan rápido como se pueda. Esto se repite cuatro rondas, así que cuanto más rápido y preciso seas ¡mejor!
Antes de comenzar la partida metemos los seis rotuladores en la tapa de la caja y cada jugador coge una carta de puntuación y la pone a su lado con la serpiente boca arriba. Mezclamos las cartas con dibujos y nos aseguramos de que todas las cartas están por el mismo lado. Acto seguido colocamos el montón por el lado que no están coloreadas en el centro de la mesa.
Las partidas se desarrollan en cuatro rondas y cada ronda se juega de la siguiente forma. El jugador más joven coge la primera carta del montón sin mirar el lado coloreado y a continuación coge una carta el resto de jugadores. Un jugador cuenta hasta tres y todos giran la carta coloreada y la memorizarán, una vez memorizada cada jugador gira la carta y comienza a colorear (sin volver a mirar el lado pintado). El primero que termine grita STOP y a partir de ese momento solo está permitido que los demás jugadores terminen de colorear la sección que habían empezado con el rotulador que tienen en la mano, pero ya no pueden coger otro rotulador nuevo.
¿Cómo puntuamos cada ronda?
La puntuación se lleva a cabo coloreando tantas secciones de la serpiente de puntuación como puntos hayamos obtenido y los puntos se asignan de la siguiente forma.
- Cada área coloreada completamente, sin salirse y con el color correcto —> 2 puntos
- Cada área coloreada completamente y sin salirse, pero con un color incorrecto –> 1 punto
- Cada área en blanco, parcialmente coloreada y/o saliéndose –> 0 puntos
¡Y solo se puntúa un área cuando un color se ha usado más de una vez!
Por cierto, después de cada ronda, el jugador borra la carta que acaba de colorear y la descarta. Además, el que tenga menos puntos elige dos rotuladores y cambia sus tapas. Todos los rotuladores son blancos y solo se identifican por el tapón, así que si los cambiamos nos encontraremos que no es color deseado. Esto supondrá que en la última ronda ningún rotulador tendrá su tapa, por lo que la partida acabará siendo una locura. Nosotros, por ahora no cambiamos las tapas, ya que no quiero imaginar a mis hijos viendo que el rotulador elegido no es del color deseado 🙂
Ficha técnica de Speed Colors de Mercurio
Edad: +5 años. Creo que la edad es acertado. Mi pequeño juega con él, pero es verdad que le cuesta un poco memorizar los colores de la carta. Aún así, me atrevo a decir que con práctica conseguirá pronto entender que no puede girar la cabeza cada vez que no recuerde un color
Duración de la partida: alrededor de 15 minutos, según las instrucciones, pero se pueden adaptar al tiempo que queramos. Nosotros hemos disputado partidos de dos o tres rondas para que no se cansen demasiado y no solemos introducir las dificultades que he mencionado más arriba
Precio: unos 20 euros
Número de jugadores: de 2 a 5 personas
Composición: 55 cartas con dibujos, cinco cartas de puntuación a doble cara, seis rotuladores con borrador
Dónde encontrarlo: Si eres de Valladolid te recomiendo El Bosque de Goodys en Laguna de Duero, mi tienda de cabecera para juegos
Autor: Erwan Morin
Editorial: Mercurio
Nuestra valoración de Speed Colors de Mercurio
Nos ha gustado mucho. Me encanta porque es diferente a los juegos que tenemos en casa, ya que la parte creativa de este juego me ha chiflado. Además, seguimos trabajando a través de los juegos la pincita digital (si me lees habitualmente sabrás que a mis hijos les ha costado mucho realizarla correctamente). También trabajan la coordinación óculo-manual o la atención selectiva, ya que tiene que ser capaces de recordar de qué color es cada parte del dibujo.
Ah! y una vez más trabajamos la gestión emocional y tolerancia a la frustración. Este juego puede traer consigo frustraciones por no ser capaz de terminar de pintar el primero o por no lograr memorizar bien la carta, por lo que a través de una juego dinámico y divertido podemos trabajar esta emoción.
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