El post de hoy es un post personal nacido de las entrañas, un post que necesitaba plasmar con palabras para ver si esto me ayudaba a mejorar sobre todo mentalmente. Para quien no lo sepa el 1 de febrero di positivo en Covid19.
La COVID19 en sí nunca me dio miedo, nunca tuve miedo a contagiarme, pero ese día algo removió mi cuerpo. Esa mañana me enteré que alguien con quien había tenido contacto unos días atrás había dado positivo, así que llamé a mi centro de salud para comentarlo y ver si consideraban oportuno hacerme la correspondiente prueba. Según hablé con la sanitaria fui consciente de que iba a dar positivo. Y es que la noche anterior había tenido fiebre y el dolor de cabeza era muuuuy intenso.
Lo que empezó siendo una buena mañana se torció por momentos.
¿Qué voy a encontrar en el post?
Prueba de COVID19
Me citaron para ese mediodía y según esperaba mi turno el miedo se comenzó a apoderar de mí. Sin haberme hecho la prueba empecé a pensar en mis hijos, en mi marido y en mis padres, con quienes había tenido un breve contacto el día anterior. Sumida en estos pensamientos escuché mi nombre y accedí a la sala por inercia. No recuerdo los segundos que duró este desagradable test, pero sí recuerdo perfectamente salir de la carpa que tienen preparada en mi centro de salud y estar enviando un whatssap a Edu para decirle que ya me la habían hecho cuando vi salir a la enfermera y le escuché decir di a Arantzazu que es positivo, que se marche a su casa.
En ese momento se me vino el mundo a los pies. Me eché a llorar, caminé hasta el coche, llegué a casa y cogí tres cosas para llevar a la habitación donde me iba a aislar.
Mi cabeza solo pensaba en mi familia, en que los pudiera haber contagiado, en que ellos enfermaran. Una tortura.
Esa tarde recibí una llamada del Ministerio de Defensa, y tal y como le comenté al soldado me asustó escuchar quién era. Reconozco que los rastreadores contactaron muuy rápido conmigo y con mis contactos. Y a esas cinco personas les citaron de inmediato para hacerles la prueba de antígenos.
Todos ellos dieron negativo y yo sentí un alivio brutal. No me importaba estar aislada y no ver a nadie, con tal de que ellos siguieran sanos.
Ingreso hospitalario
Pasaron las primeras horas y mi salud empeoró, de hecho el tercer día me vino a buscar una ambulancia porque respiraba mal, me mareé, caí al suelo y la saturación de oxígeno no era la más adecuada. De ese momento solo recuerdo ver a mis hijos llorando mientras me veían marchar, y de camino al hospital solo me recuerdo pidiendo disculpas y llorando sin cesar.
Las horas en el hospital fueron eternas, me trataron fenomenal y a cada lo siento mío siempre recibí una palabra amable de cada sanitario. Ahora mismo, mientras escribo este post sigo llorando, me sigo sintiendo mal por haber enfermado.
Vuelta a casa
Tras esas largas horas de hospital regreso a casa, a mi aislamiento. Los días pasaron a duras penas, sin ser capaz de leer, de ver una película, de comer. Solo vomitando, con febrícula, dolor de cabeza, mialgias, descomposición, sin gusto, sin olfato, débil…. Un horror. Y día tras día llegó el momento de repetir la prueba a mi familia. Todos volvieron a dar negativo y yo sentí por primera vez alivio. ¡Todos sanos! Pero esa gran noticia se vio enturbiada. Mi enfermera me prolongó el aislamiento porque yo tenía demasiados síntomas.
Fue un palo muy grande, bueno, y sigue siéndolo, ya que estas líneas las escribo mientras sigo sola en mi habitación.
Son muchos días sin ver a nadie, sin tocar, sin salir a la calle, sin respirar aire puro, sin sentir los rayos del sol.
No veo el momento de que me liberen y abrazar y besar a mi familia. Es una necesidad.
Hoy me decían que es cuestión de días, pero creo que no. No es cuestión de días porque el daño mental que me ha provocado esta situación es muy grande, peor bueno de eso hablaré en otro momento porque no quiero adelantar acontecimiento, quizás esté equivocada (ojalá).
Chitin
16 febrero, 2021 at 10:31 am¡Ánimo! no tengas prisa por recuperarte, vete poco a poco, porque tu cuerpo necesita descanso y calma. ¡Cuidate!
Arantxa
3 marzo, 2021 at 11:36 amSiento el retraso en responderte, Muchas gracias. Un abrazo!
Nuria
14 febrero, 2021 at 12:35 amHola, después de 18 dias, mañana me desconfino y puedo volver a salir. Mis hijos también dieron positivo (por suerte asintomáticos). En mi trabajo todos dieron negativo, reconozco que hasta que no tuvieron los resultados no me quedé tranquila. El peque se contagió en el cole y nos lo pasó, pero la hermana se lo pasó a un par de compañeros del cole, y uno de ellos a sus padres. Y, por suerte, aquí se rompió la cadena. Es duro ver que pasa una mañana y no has sido capaz de ver una peli entera, que te levantas para hacer algo y tienes que sentarte a descansar, el dolor de cabeza, el mareo…
Qué bien que te estés recuperando. Después de la parte física vendrá la mental, también de tus peques. Pero todo irá bien!!!
Arantxa
3 marzo, 2021 at 11:38 amHola Nuria. Siento responder tan tarde, pero se complicó la cosa. Hoy lo contaré en un nuevo post.
Como te entiendo, es muy duro. Y creo que apuntas muy bien a la parte mental, la mía está fatal y a mi mayor le ha pasado factura. Muchas gracias por tus palabras. Un abrazo y espero que sigas bien.